19 de junio de 2011

Ser mujer no puede ser un delito

Hola a todos los que leen mi blog, bienvenidos.
     Las líneas que se detallan a continuación me llamaron poderosamente la atención y por tal motivo quiero compartirlas por este medio. Fue un estudio realizado por TrustLaw, de la Fundación Thomson Reuters, el mismo fue titulado  “Cuando el delito es ser mujer”. La verdad no imaginé que al seguir leyendo mi piel iba a erizarse y mucho menos sentir pesar por las mujeres que son irrespetadas y abusadas de diferentes maneras, sin poder defenderse ni luchar por lo que es justo para ellas.  
     Afganistán es, 11 años después de ser liberado de los talibanes, el país más peligroso del mundo para las mujeres. Así lo indica el estudio de TrustLaw. Los otros cuatro feminicidas son República Democrática de Congo, por la utilización de las violaciones como arma de guerra; Pakistán, por los llamados ‘crímenes de honor’; India, por el tráfico de esclavas y Somalia, por una acumulación de riesgos, incluida la ablación y la infibulación.
Los cinco países femicidas, según de la Fundación Thomson Reuters.

Reseñado por de El Pais. Reportaje.
     Más de una década de presencia armada de EEUU y sus aliados en la OTAN no ha servido para modificar de forma significativa las cifras macroeconómicas que aplastan desde hace décadas a la población: la misma pobreza, la misma inseguridad, el mismo mundo machista que las impide el acceso a la educación secundaria y a la libertad.
     Datos básicos. Esperanza de vida, 43 años. Sólo el 14% de las mujeres sabe leer y escribir. Una mujer afgana muere cada 30 minutos por problemas relacionados con el parto; solo el 15% da a luz en un centro médico. El 78% de las personas que vive en zonas rurales carece de acceso al sistema de salud. El 87% de las mujeres ha padecido malos tratos o fue forzada a un matrimonio no deseado. El 57% de los matrimonios afecta a niñas menores de 16 años, prohibido por la ley afgana, según recoge la página eHow.

Mujeres afganas con la burka, vestimenta tradicional afganas, una pieza que cubre todo el cuerpo.

     Las mujeres afganas votan lo que dice el marido y señor y este dice lo que manda el jefe de la aldea. La visión de las mujeres papeleta en mano permite a los estrategas político-publicitarios de Occidente vender el milagro: ‘Afgansitán ya es libre’; ‘ya es una verdadera democracia’.

Mujeres Afganas durante un proceso electoral, votan lo que el marido y señor les ordena.
  
     El informe de la Fundación Thompson Reuters ha sido elaborado por 213 expertos en violencia machista en cinco continentes. Han tenido en cuenta seis factores de riesgo: salud, violencia sexual, violencia, factores culturales y religiosos, falta de acceso a recursos y esclavitud. En el caso de Afganistán, la violencia incluye a los talibanes y a la OTAN.
     La República Democrática del Congo, rica en diamantes, oro y minerales estratégicos como el coltan -esencial para la telefonía móvil-, es también rica en pobres e injusticias. Desde 1998 han muerto más de cinco millones de personas a causa de la guerra en el este, donde Ruanda, Uganda, Congo, Burundi, Angola y Zimbabue se disputan las riquezas.
 
La cifra de muejres malatratadas en el Congo es elevada.

     La guerra permanente y la presencia de numerosas guerrillas, incluido el Ejército de Resistencia del Señor, han creado un mundo sin ley en el que de nada sirve la presencia de los ‘cascos azules’ de la ONU. Las mujeres son víctimas de violencia sexual. Más de 400.000 son violadas cada año. La CBS tituló: La guerra contra las mujeres. No hay cifras. La más alta puede quedarse corta. Más de cinco millones de muertos en apenas 13 años, 684 veces más que soldados occidentales muertos en Irak y Afganistán. Las mujeres congoleñas son víctimas también del silencio informático, y de los que miran hacia otro lado.
     Pakistán es el tercero. Según los redactores del informe se debe al trato que reciben las mujeres por causas culturales, tribales y religiosas. Incluye los ataques con ácido, los ‘crímenes de honor’ y los matrimonios forzados. Las mismas causas, unidas a la guerra, que influyen en Afganistán.
Mujer pakistaní atacada con ácido en el rostro.
     Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, citada por TrustLaw, los ‘crímenes de honor’ afectan a mil mujeres cada año. Pakistán era, en teoría, aliado de EEUU, del que cobra una fortuna en ayudas. La muerte de Osama Bin Laden ha convertido en visible lo que era realidad desde hace años. Los servicios secretos militares paquistaníes, o un sector significativo dentro de ellos, son los creadores e inductores de los talibanes.
     India ocupa el cuarto lugar en el ranking de la infamia. Se debe a los feticidios e infanticidios -cuando el no feto y el ya nacido no son varones-, a la esclavitud sexual y al tráfico de mujeres. Las dos primeras causas han provocado la ‘desaparición’ de 50 millones de niñas, según la ONU.
Manifestación contra la violencia a la mujer. India.

     El informe de TrustLaw cita al ministro del Interior, Madhukar Gupta, quien estima que el tráfico humano afecta cada año a 100 millones de personas, la mayoría mujeres y niñas. La Oficina Central de Información de India, también citada, asegura que en el país hay tres millones de prostitutas, de las que el 40% son niños.

Hasina, sobreviviente de un ataque con ácido sostiene globos durante un acto organizado por la Fundación Supervivientes del Ácido (ASF)
 
     Somalia es el quinto. En uno de los lugares más violentos del mundo, la mujer es objeto de una violencia añadida con la mutilación sexual que multiplica los riesgos de mortalidad en el parto. En Somalia no hay Estado, solo bandas de criminales y grupos armados basados en el clan, el sub-clan o en una interpretación radical de la religión. No hay sistema sanitario ni educación. La ministra de Asuntos de la Mujer, Maryan Qasim, dijo a TrustLaw que le resultaba incomprensible que su país no ocupara el primer puesto.
Mujer somalí lucha contra la violencia.


No más violencia contra las mujeres.

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